viernes, 19 de marzo de 2010

Nunca digo adios

Nunca fui muy buena con las despedidas, siempre digo: "Hasta mañana.". no importa donde viaje. Si soy yo o es otro.. No soporto despedirme
A veces siento que todas aquellas personas que ocupan mi mundo, todos los afectos cercanos se terminan marchando. Se que es parte de la vida aceptar que se van. Sea al Japón a San Pablo o al cielo. La cuestión es que se van. Y todavía no puedo manejar la despedida. Los afectos que vienen acompañados con el Adiós y la necesidad insatisfecha.
Cuando estaba en el último trimestre de embarazo, sufría horrores porque sabia que Tío Toto (como yo le digo a mi cuñado) se iría a Montevideo a buscar una mejor calidad de vida. Pensaba como estando tan lejos nos íbamos a ver, que no iba a poder ver a su ahijada crecer y que yo iba a extrañar las noches en que me hacia compañía. Isabella y el jamás se conocieron.
Después de la partida de Isabella, todas las partidas se me hacen difíciles, aterradoras, remueven la tristeza de la despedida no deseada, la injusticia en algunos casos y la lejanía física cuando muchas veces es tan necesario el contacto.
Ahora se va mi amigo Martín, al otro lado del mundo,.Después de años de amistad estrecha y muchos afectos compartidos tengo que decirle adiós.. al menos por tres años que planea quedarse . No se como voy a seguir con mi vida sabiendo que esta tan lejos y que cada vez que esté triste el no va a poder estar al lado mío mientras lloro o no va a poder compartir mis alegrías. Se va y en el fondo, no creo que vuelva. Eso es lo que mas me duele.
El otro día el tío Ale (el otro cuñado que tengo ) me dijo por skype que se iba a vivir a San Pablo. Le dije que no, que ni se le ocurriese hacer una locura así… que yo no estaba para soportar mas despedidas.. que no podía procesar todas las que estaba teniendo y que lo necesitaba. Capaz lo piensa mejor y se queda.
No podemos controlar que hacen los que amamos… cada cual debe optar por un camino.. a veces distinto… otra senda u otro continente donde caminar y tenemos que aceptarlo.. Por mas difícil que sea vivir sin la presencia física del otro. Sin embargo, creo firmemente que debemos expresar lo que sentimos, en una de esas el otro se da cuenta de cuanto lo queremos o lo necesitamos solo cuando podemos expresárselo.
Yo mientras escribo estas líneas, lo sigo procesando para ver si algún día puedo decir adiós sin llorar, deseando con el corazón que el camino elegido los lleve exactamente donde quieren estar.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Ahi Pao...que dificil es despedice...
Desspues de las partidas fisicas que hemos vivido, cualquier despedida es tremendamente angustiante. MIra mi hermano David el año pasado se fue a vivir con su familia, mi cuñada, mi sobrina Maria Cielo de meses y Valentin mo sobrino especial( yaqe el con su corta edad me ayudo cuando Catalina partio a que no me dejara morir) a Cordoba, no te imaginas lo que he llorado, la angustia que me genero, perder ese contacto del dia a dia con ellos, ya hablar x telefono no es lo mismo, pero en fin por ahora es nuestro unico contacto. Me acuerdo que mi hno me decia no seas maricona y deja de llorar, solo me mudo, alo que le respondi sin poder contener mis lagrimas...he perdido mucho en mi vida, y hoy por hoy hasta las despedidas momentaneas o por un tiempo prolongado me angustian y emocionan.
POr favor... si estamos vivas!!! Como no emocionarnos y negarnos a despedir a un ser amado y querido...X favor...es imposible...
Al menos para mi lo es...solo te puedo hablar desde mi experiencia personal, llore mucho las despedidas, esas que son solo momentaneas...y quizas me ayudan a valorar y demostrar mucho mas al "otro" lo importante y esencial que hoy son en mi vida...
Un parendizaje mas!
Uno mas....
Aun asi...hasta hoy ODIO las despedidas....
Te mando un fuerte abrazoooooooooooo
Cuidate mucho!
Marcela mama de Catalina y hna de Barbara, mis 2 angeles en el azul

International Babylost Mothers Day- INCREIBLE