Hoy me preguntaba si volveré a tener un sueño que me llene tanto como cuando la esperaba a Isabella. Porque desde que ella no está, se fueron también mis sonrisas, mis alegrías, mis anhelos... A veces los consuelos provienen de cosas tan sencillas que para otros resultan insignificantes. Sin embargo, ahí están, intentando ir contra la corriente intensa de dolor que invade de vez en cuando.
Me siento como en un río, dentro de una barcaza enclenque, intentando remar y remar contra la corriente... capaz son intentos para lograr no hundirme o quizás donde termina el río encuentre un arco iris con monedas de oro?.
No se, la cuestión es que me planteaba si en este panorama triste y sombrío en que nos encontramos, se puede dar vuelta la página y no volver a mirar atrás como algunos aconsejan. Y por más que lo deseemos, es imposible.
Probablemente logremos que la barcaza se convierta en velero con los años, y que aprendamos a navegar ese río a pesar de las mareas o las correntadas, izar velas y algunas veces anclar. Y en ese anclar, recordar aquellos momentos compartidos, aquellos recuerdos que atesoramos en el corazón sin sentir que nos hundimos.....
Y aprender a ir y venir por ese río que nunca jamás será el mismo, citando a Heráclito:"nadie se baña dos veces en el mismo río", uso su frase para simbolizar lo mismo... podemos recorrer cuantas veces querramos ese rio, que nunca,sentiremos lo mismo.
Algunas veces dolor, otra pena, odio, bronca, tristeza, necesidad del otro, deseo de abrazar y volver el tiempo atrás, aceptación. Y me quedo en esta última porque creo que cuando aprendamos a reparar esta barcaza en la que navegamos, la remendemos un poco, le demos una mano de pintura y aprendamos a manejarla.. habrá llegado el momento de la aceptación en donde el camino a transitar será mas sencillo y nos abrirá la puerta a nuevos ríos. Cuanto habremos navegado, no?
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